Cómo cuidar de tu salud digestiva
Con frecuencia, la salud de todo nuestro organismo depende de lo bien que funcione nuestro aparato digestivo. Cuando nuestro sistema digestivo se ve comprometido, se ve afectado todo lo demás, lo que puede conducir a un aumento de peso, fatiga y un sistema inmunitario debilitado. Para cuidar tu salud digestiva, te recomendamos que incorpores a tu estilo de vida unos hábitos fundamentales.
Alimentación
Comer una variedad de alimentos de todos los grupos alimenticios es la clave de un sistema digestivo sano. Intenta incluir muchas frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras. La fibra, en particular, es útil para favorecer la regularidad y la salud de las deposiciones. Además, presta atención al tamaño de las raciones y evita consumir grandes cantidades de alimentos procesados, aperitivos azucarados y grandes cantidades de grasas trans.
Mantente hidratado
Garantizar una ingesta adecuada de agua es esencial para una buena salud digestiva. Mantenerse bien hidratado puede ayudar a que tus intestinos se muevan con regularidad y a prevenir el estreñimiento. Beber mucha agua también puede ayudar a eliminar toxinas y disminuir las posibilidades de desarrollar diverticulitis, cáncer colorrectal y otros problemas digestivos.
Realiza ejercicio con regularidad
El ejercicio es esencial para la salud en general y puede tener un gran impacto en tu sistema digestivo. Mantener una rutina de ejercicios regular puede ayudar a que los alimentos se muevan a través del tracto digestivo, así como a aumentar el número de bacterias sanas en el intestino. Este mayor número de bacterias sanas puede ayudar a reducir la aparición de enfermedades inflamatorias del intestino, como la enfermedad de Crohn, así como a reducir la hinchazón, los gases y otros problemas digestivos.
Evita los desencadenantes
El sistema digestivo de cada persona es único, y lo que desencadena los problemas digestivos de otra persona no tiene por qué serlo necesariamente para ti. Por eso es importante que prestes mucha atención a los alimentos y bebidas que más te suelen causar molestias. Entre los culpables más comunes se encuentran los alimentos picantes, los ricos en grasas, los procesados, el alcohol y la cafeína. Evitar estos desencadenantes puede ayudar a prevenir la aparición de problemas.
Reduce el estrés
El estrés tiene un efecto significativo en nuestro sistema digestivo. Cuando estamos estresados, el sistema digestivo se apaga, con lo que se dificulta la digestión y aumentan las probabilidades de sufrir náuseas, dolor de estómago, hinchazón y diarrea. Encontrar formas saludables de manejar el estrés, como el yoga, la meditación, un baño caliente y pasar tiempo en la naturaleza, puede ayudar a aliviar los problemas digestivos relacionados con el estrés.
Toma probióticos
Los probióticos son bacterias vivas y levaduras beneficiosas para la salud, en especial para el sistema digestivo. Se encuentran en ciertos alimentos, como el yogur, el kéfir y el miso, aunque también hay suplementos disponibles. Los probióticos mejoran el equilibrio de las bacterias sanas en el sistema digestivo, refuerzan la inmunidad, reducen la aparición de alergias e intolerancias alimentarias, y ayudan a calmar las inflamaciones.
Conclusión
Mantener sano tu sistema digestivo es vital para tu bienestar general. Incorporar una dieta equilibrada, junto con ejercicio regular, mantenerse bien hidratado, evitar los desencadenantes, reducir el estrés y tomar probióticos puede ayudar a que tu sistema digestivo funcione correctamente. Dedicar tiempo a nutrir y cuidar tu aparato digestivo puede tener un impacto positivo en tu salud.